jueves, 24 de junio de 2010

El eclecticismo chino y su capacidad de improvisaçao

Nos maravillan de lo que son capaces esta gente: se mueven entre la chapuza, el McGyverismo y la filigrana. Pillan un poco de aquí y de allí y ante un problema encuentran una solución. Ésta es una de las marcas genéticas que les caracteriza. Éso es lo que debió pensar el señor del documento que conseguí grabar en el Viejo Pekín. Un señor ha encontrado una bonita manera de conciliar deber familiar con ocio personal: a la vez que saca a su anciana madre a tomar el sol y pasear en silla de ruedas, se da un paseo en bici por los Hutones para hacer vida en la calle. Yo me imagino la escena Mar Adentro montando la silla de ruedas a la bici y el momento en que decide por dónde hacer la unión. Caso aparte la colocación de los frenos de la bici en la silla de ruedas. Una silla de ruedas de estas características se vende en una farmacia por unos 50 euros y la bici no valdrá más de 20 euros.

Quise seguirle para obtener más información al respézto y grabarle más planos pero se me escapó. El invento funciona.