A 32 grados en el exterior del Aeropuerto de Honolulu con el improvisado traje NBQ que vestía en Tokyo.
Esta es la combinación que hemos tenido que hacer para salir de la que se avecina en Japón y volver a nuestra base en Pekín.
Cerca de la bolsa de Tokyo llamaba la atención (antes de ayer) ver a los yuppies haciendo el descanso para la comida y dar una sensación de aparente normalidad, y es que, a esta gente les han inculcado el sentido de clan y fraternidad en vena.
Las réplicas continuaban, una en plena noche y ya en cama -parecía como si la madre tierra me estuviera acunando- y otra ya por la tarde delante del Tokyo Stock Exchange (como si subieras a un patinete y no tuvieras equilibrio).
Se hablaba ya de niveles de radioactividad 20 veces superior a lo normal en la capital nipona.
Esta aparente normalidad se veía alterada en algunos momentos con un "No me grabes" o miradas que huían de el objetivo de la cámara.
Personalmente espero que no haya una desgracia que se calcula ahora mismo de consecuencias más desastrosas que las de Chernóbil; y tengo la particular sensación de que si esto ocurre toda esa contención nipona de no perder la cara en público y sobre todo de cara a lo que pueda pensar el mundo de su país, puede volverse en su contra.
Adjunto distintas fotos y algún video del Paraíso Efímero en el que se convirtió Honolulu. ¿Os imagináis pasar por una mesa llena de viandas y cosas ricas y no poder comer nada? Esa es la sensación que me quedó de Hawaii, una sensación agridulce que contrasta con mi más sincero agradecimiento al equipo de producción de la televisión con la que trabajo que antepuso nuestra seguridad a la exposición a algo que ni se huele, ni se ve, ni sabemos en estos momentos cuál es la magnitud real de las distintas fugas que se han producido.
Saliendo de Honolulu a LAX
Aeropuerto de Los Ángeles (donde no hace falta hablar inglés, todo el mundo te entenderá en español)
Aeropuerto de Haneda un día antes del inicio del éxodo de extranjeros
Menudo paseíto. Cuantas horas?
ResponderEliminarMe alegro de que hiciérais el petate. La cosa está francamente fea; espero que no trascienda en los que se han quedado allí.
Honolulu, un sueño.
espero que le dieses recuerdos de mi partaçao a familia de Obamao en Honolulum.
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